Gil, Iván / Miel, Rudi / Pigiere, Fabienne
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34,20 €Â¿Qué pasó con el mayor botÃn de guerra de todos los tiempos descubierto por Napoleón Buonaparte durante su campaña en Egipto ¿FantasÃa o realidad Cuando Napoleón contempla el desastre de Waterloo, que toca a muerto por sus ambiciones, acaba de librar su última batalla. Pero no su último combate.Para las potencias victoriosas de Waterloo, el emperador caÃdo sigue representando una amenaza. Prusia, Austria, Rusia, el Reino Unido y la Francia de Luis XVIII firman un protocolo que estipula que Napoleón es su prisionero. Se confÃa su custodio al Gobierno británico. Santa Elena parece el destino perfecto para deportar a su enemigo común. La isla, aislada, minúscula, rodeada de acantilados hostiles será, tras algún acondicionamiento, la prisión fortaleza ideal.Exiliado en la isla de Santa Elena, en el Atlántico Sur, continúa su lucha contra Inglaterra a través del gobernador de la isla, Hudson Lowe. Lord Bathurst lo escoge con cuidado, convencido de que aplicarán rigurosamente las órdenes dirigidas a preservar a Europa de más guerras, pero también a humillar a Bonaparte.El emperador caÃdo se enfrenta a Inglaterra