Primer libro de la serie «La sombra del fantasma».
Cuando una vez no es suficiente, es preciso recurrir a medidas drásticas para conseguir una segunda oportunidad o, por qué no, una segunda boda.
Clarisa y Erick fueron prometidos en matrimonio casi desde la cuna por un acuerdo concertado por sus padres como consecuencia de un préstamo.
De niños, Clarisa encontró en él al mejor compañero de juegos y aventuras, lo que los llevó a ser los mejores amigos. «Siempre juntos», solían decirse. Con el tiempo, Erick se vio forzado a marcharse para realizar un largo viaje. Con lágrimas en los ojos y mordiendo sus labios para detener la confesión sobre el gran amor que sentía por él, Clarissa se quedó con el recuerdo de su primer beso y la promesa de que un día, al fin, estarían unidos para siempre.
Años más tarde, el joven un tanto flacucho y desgarbado, regresa convertido en un hombre muy atractivo. Sin embargo, la hermosura en Clarissa dista mucho de ser uno de sus atributos y su figura tampoco es una de sus cualidades mas favorecedoras. Para complicar más la situación, ella se enfrenta al dilema de luchar por lo que quiere o dejarlo pasar, pues para su desdicha, su prometido quiere evitar a toda costa la boda porque, al parecer, está enamorado de una joven y bellísima viuda.
Clarissa no cuenta con que el destino tiene ya sus propios planes y jugará con ambos envolviéndolos en intrigas, malentendidos y situaciones complejas que pondrán a prueba su temple y carácter, pero, sobre todo, el amor.
